Low Code: Construir aplicaciones de bajo código

Categorías: Tecnología
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El Low Code o programación de bajo código es un tipo de tecnología que permite construir aplicaciones, reduciendo al mínimo el uso de código o lenguaje de programación. Una forma sencilla y ágil de crear soluciones software personalizadas al alcance de cualquier organización que se revela como un instrumento facilitador de la transformación digital.

 

La importancia del Low Code, considerada una tendencia tecnológica por la empresa líder de la industria analista de TI, Gartner, reside principalmente en que ha democratizado el desarrollo de software. Esto supone que cualquier usuario, con o sin formación específica en el campo de las Tecnologías de la Información (TI), tiene la posibilidad de desarrollar nuevas aplicaciones sin límites.

 

Ahora bien, ¿puede llegar a provocar esta tecnología la desaparición de la programación tradicional? Si quiere saber más acerca de esta cuestión y conocer más a fondo la tecnología Low Code, no se pierda el siguiente artículo.

 

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Una aproximación a los inicios del código bajo

Antes de explicar cómo el Low Code ha llegado a democratizar el desarrollo del software, conviene detenerse por un momento en analizar cuáles son los orígenes de esta tecnología. Para ello, tomaremos como referencia la obra Augmented Lean: A Human-Centric Framework for Managing Frontline Operation. En ella se establece como punto de partida del Low Code los inicios de la época de posguerra, a partir del desarrollo de lenguajes de codificación de software que empiezan a compartir ciertas similitudes con el lenguaje humano. Esto supone que, mientras “un codificador (una persona) escribía código en inglés, un compilador (un programa) convertía el código en binario, que es el lenguaje que entienden los ordenadores”.

 

Posteriormente, y aproximadamente 30 años después de este periodo, la evolución de las interfaces gráficas de usuario, impulsada por la llamada Programación Orientada a Objetos (en inglés Object Oriented Programming, OOP), fue calando progresivamente en los círculos y productos de desarrollo software. Este modelo de programación se caracteriza por que el diseño de software se organiza en torno a datos u objetos, en lugar de funciones y lógica. De modo que un objeto puede ser definido como un campo de datos, con atributos y comportamiento únicos.

 

No obstante, hubo que esperar hasta 2014 para que el término Low Code fuera acuñado por la firma analista Forrester, en un artículo escrito por Clay Richardson y John Rymer, titulado New development platforms emerge for customer-facing applications. Los autores definen el Low Code como una tecnología capaz de “permitir la entrega rápida de aplicaciones empresariales con un mínimo de codificación manual y una mínima inversión inicial en la instalación, formación y desarrollo”.

 

A media que han ido trascurriendo los años hasta llegar a la actualidad, en el mercado de soluciones software han surgido diferentes opciones que incorporan esta tecnología, como una alternativa para el desarrollo de aplicaciones, las denominadas plataformas Low Code o plataformas de desarrollo Low Code.

 

 

Low Code frente a otras soluciones software para el diseño de aplicaciones

Las plataformas Low Code abren una nueva vía al desarrollo software frente a otras alternativas tradicionales, consistentes bien en la compra de un software comercial listo para usar (en inglés, Commercial Off The Shelf Software – COTS) o en el desarrollo software a medida empleando para ello lenguaje de programación.

 

En el primer caso, los COTS presentan dos grandes limitaciones relacionadas con la adaptación e integración futuras. Todo ello, a pesar de que durante años han sido la elección preferida de muchas empresas, al posibilitar un uso inmediato y no requerir cambios diferenciales por cada cliente. Sin embargo, este tipo de soluciones estándar o cerradas incorporan múltiples funcionalidades que, en muchos casos, no son utilizadas ni se adaptan a las necesidades específicas de cada empresa. Además, en ocasiones los COTS requieren realizar desarrollos propios que la propia solución no cubre. Una situación que, a largo plazo y en el caso de tener que hacer una migración, puede obligar a la compañía a eliminar todo lo desarrollado hasta ese momento.

 

En cambio, el software a medida o ‘ad hoc’ es aquel que ha sido diseñado y desarrollado, atendiendo a las necesidades específicas de los usuarios finales. Por lo tanto, la adaptabilidad de este tipo de soluciones al funcionamiento y a los procesos de negocio de una empresa es una de sus principales bazas. Por el contrario, el hecho de tener que crear la aplicación desde cero mediante código de programación, supone una inversión de tiempo, recursos humanos y materiales que muchas empresas no están dispuestas a asumir.

 

La tecnología Low Code cobra especial relevancia en el desarrollo de soluciones ‘ad hoc’. Esto es debido a que favorece el diseño de aplicaciones de una forma sencilla y a que sustituye en gran medida la necesidad de crear código personalizado.

 

Ahora bien, en los últimos años ha surgido otro tipo de tecnología que va más del Low Code y que suprime por completo el uso del lenguaje de programación. Hablamos del No Code o sin código. Un método de desarrollo de aplicaciones que incorporan un número reducido de plataformas software en el mercado, cuyo entorno de trabajo es totalmente visual. Mediante una interfaz gráfica de usuario basada en el sistema drag and drop, tanto los profesionales de IT como los que poseen un perfil menos técnico pueden diseñar aplicaciones con tan solo arrastrar y soltar una amplia gama de bloques o componentes de sistema preconstruidos. Sin embargo, esta es solo la punta del iceberg de los innumerables beneficios del No Code. Una tecnología que va más allá del Low Code, al eliminar de raíz la codificación y la necesidad de aprender lenguajes de programación para construir aplicaciones.

 

 

 

 

¿Cómo el Low Code ha llegado a democratizar el desarrollo del software?

Como ya hemos indicado anteriormente, el enfoque de desarrollo software basado en Low Code se caracteriza por que la codificación textual o manual es reducida. Esto significa que se pueden crear aplicaciones con el menor uso posible de programación manual. Una característica que, a su vez, da nombre a la propia tecnología y que es la principal responsable de su uso generalizado en diferentes tipos de industria y por diferentes perfiles de usuarios.

 

Con el Low Code, tanto los perfiles técnicos o programadores profesionales, como los usuarios de negocio que son aquellos que no tienen conocimientos de IT, pueden participar en el desarrollo de aplicaciones. Una realidad que ha servido para democratizar el desarrollo de software en todo tipo de organizaciones.

 

Según la reputada firma analista Gartner, “se estima que durante 2022, el mercado de las Plataformas de Aplicaciones Low Code (LCAP) continúe siendo uno de los instrumentos más importantes dentro mercado de este tipo de tecnología, con un aumento de casi un 30 % desde 2020, alcanzado los 5.800 millones de dólares en 2021”.

 

No obstante, se espera que el No Code sea la nueva tendencia tecnológica que marque las líneas a seguir en los próximos años. Tal es su importancia que, según Forrester Research, “el No Code se convertirá en un nicho de mercado que alcanzará los 21.000 millones de dólares en 2022, con crecimientos anuales de más del 40 %”. Una idea también compartida por Gartner, confirmando que, para 2025, el 70 % de las nuevas aplicaciones desarrolladas por las organizaciones, utilizarán esta tecnología, además del Low Code, frente a menos del 25 % en 2020.

 

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